Ante la necesidad de terminar con el problema de la sobrepesca en aguas europeas, en enero de 2011 nació en el Reino Unido la campaña Fish Fight. Esta campaña, apoyada por celebridades de todo el mundo, despertó la indignación del público internacional. Gracias a ella, se puso de manifiesto que la reforma de la Política Pesquera Común es una oportunidad para restaurar las poblaciones de peces y acabar con la práctica de los descartes en aguas europeas.