Los tiburones blancos ya son considerados los depredadores más voraces del mundo marino, se dice que estos tiburones se comen al tiburón ballena, el pez más grande del planeta, así lo dio a conocer Michael Newbrey, de la Universidad de Columbus (Georgia, EEUU.), en un estudio publicado en la revista “New Scientist”.

Meteoritos ricos en hierro estarían ocultos debajo del hielo en el Antártida, donde desde hace millones de años estarían enterrándose a sí mismos debido a que podrían calentarse lo suficiente para fundir la nieve circundante y hundirse.

Las micropartículas de plástico, esos puntitos generalmente azules que están en algunos dentífricos y productos cosméticos, están siendo revisadas y prohibidas por varios países.

Un buzo realizaba tareas de rutina en una piscina vidriada y repentinamente fue víctima de la agresión irracional de un animal salvaje. Las imágenes se viralizaron en YouTube. Mirá el vídeo.

Expertos del Museo de Historia Natural de Florida (EE.UU.) informaron este lunes que en 2015 se registró un récord de 98 ataques de tiburones en el mundo.

Oceana pide a la UE que esta semana anuncie en Catania medidas de urgenciaconcretas para resolver la grave situación de sobrepesca que amenaza el futuro a corto plazo de la pesca en el Mediterráneo. La UE ha sobrepescado el 96% de los stocks evaluados que explota en exclusiva, en algún caso hasta 14 veces por encima de niveles sostenibles. Oceana pide acciones inmediatas, incluyendo cierres de emergencia en stocks donde la mortalidad por pesca sea tan elevada que a corto plazo no puedan recuperarse a niveles sostenibles, como es el caso de diversos stocks de

La tortuga marina verde, un ejemplar de dos años de edad de esta especie en peligro de extinción, está infectada con fibropapilomatosis, una enfermedad potencialmente mortal causada por un tipo de herpes.

n obelisco de hielo se desmorona en silencio y cae rotundo sobre el Canal de los Témpanos. Minutos después llega el ruido del impacto contra el agua hasta las pasarelas ubicadas a 500 metros en línea recta y se mezclan con los gritos de 3000 turistas, el público habitual de cada día en plena temporada alta. "El glaciar está cerrado", repiten como un mantra parados frente a la maravilla gótica de los séracs.