Sin familia, sin amigos y sin pareja. Así se siente el ser más grande de la Tierra, que canta en una frecuencia que ningún otro cetáceo puede oír.
El animal fue bautizado como 'la ballena 52 hercios', porque emite sus sonidos en esta frecuencia, justo por encima de la nota más baja en una tuba, pero mucho más alta que el resto de sus compañeras ballenas, cuyas comunicaciones se dan entre los 12 y 25 Hz.