Llega el verano y con él las playas empiezan a llenarse. Los bañistas esperan con ansia esta época del año para poder meterse en el agua. Sin embargo, este año se han llevado una sorpresa.
Por primera vez en veinte años, el comienzo de la estación más calurosa no ha traído consigo un aumento considerable de la temperatura del mar y las aguas que bañan nuestras costas todavía están frías.