Dos años después de que se iniciara la erupción submarina al sur de la isla canaria de El Hierro, la sismicidad en la zona sigue activa, lo que «implica que no tenemos que abandonar el estudio de esta área». Quien así habla es Eugenio Fraile, científico titular del Centro Oceanográfico de Canarias, dependiente del Instituto Español de Oceanografía (IEO), e investigador principal del proyecto Vulcano, cuyo objetivo es evaluar el impacto del proceso eruptivo submarino sobre el ecosistema marino.

El vídeo se inicia con una breve introducción al proceso eruptivo de la isla de El Hierro del año 2011, para luego continuar con una descripción de las metodologías usadas durante la campaña oceanográfica VULCANO0313. Se describen cada una de las metodologías usadas de una manera clara y sencilla, con la idea de divulgar nuestra actividad investigadora.

Cuando se cumplen dos años del comienzo de la erupción submarina de El Hierro, un equipo conjunto del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM) y del Instituto Español de Oceanografía (IEO), han publicado en la revista Journal of Maps un mapa detallado del volcán submarino de El Hierro en el que se observa su estado actual, con cuatro cráteres alineados y su punto de menor profundidad a 90 metros de la superficie marina.

La isla de El Hierro tuvo esta mañana un despertar algo movido, tras producirse dos sismos de magnitud 2,7 y 2,4, localizados en la zona central de la isla y a una profundidad entre 10,1 y 12,5 kilómetros. Hasta el momento, según informa Actualidad Volcánica de Canarias a través de su página facebook, se han registrado 16 sismos registrados por el IGN.

La erupción de El Hierro terminó hace año y medio tras cinco meses de actividad, pero la presión acumulada bajo los fondos marinos donde surgió el volcán se ha seguido liberando en forma de gases de CO2 inapreciables en superficie, que brotan por siete conos diferentes y a pulsos.

Los fondos marinos de El Hierro dibujan símbolos de vida. Las imágenes han sido captadas por un grupo de buceadores en la zona de El Bajón y al este del puerto de La Restinga, donde el estallido de la naturaleza, adquiere su máxima expresión gracias a los nutrientes que se formaron por los elementos expulsados del interior del volcán.

Los terremotos sirven como una señal de alerta temprana para erupciones volcánicas, así como un marcador para la ubicación del magma en movimiento. Esta animación muestra el movimiento de magma debajo de un volcán, sismogramas simulado, temblor volcánico y sismicidad asociada a una erupción inminente.

[Transcripción] La mayoría de los terremotos asociados con volcanes