Este es el mayor estallido explosivo que vio la expedición de Ocean explorer de la NOAA en Brimstone Pit durante la inmersión Jason J2-192 en el año 2006. Probablemente hubo ráfagas aún mayores que no fueron capaces de ver, hubo momentos en que la pluma de la erupción fue tan amplia y espesa que el ROV no podía acercarse a la rejilla de ventilación.

