Hace un año se producía una erupción volcánica submarina frente a la costa sur de la isla de El Hierro, a cinco kilómetros de La Restinga, precedida de miles de sismos.
La erupción del volcán submarino, que los científicos denominaron 1803-02, originó manchas en el agua, un fuerte olor a azufre, y obligó a desalojar a los habitantes de La Restinga o La Frontera.
Se desplegó la Unidad Militar de Emergencia y dos buques científicos, se fijó una zona de protección y se prohibió el vuelo de aeronaves y la navegación, pesca y buceo.
Ello provocó grandes pérdidas en el sector turístico que el Gobierno palió con préstamos o la visita de los príncipes.
El seísmo de 4,3 grados registrado el 8 de octubre fue considerado el indicio de una erupción volcánica submarina, que ocurrió el 10 de octubre, a 1.000 metros, en el mar de Las Calmas.
La erupción con dos focos, a 500 y 750 metros de profundidad, y con un nuevo volcán de 100 metros, tuvo su fase más espectacular en noviembre, con seísmos de 4,6 grados.
Aunque el 5 de marzo de 2012, el comité científico daba por finalizada la erupción, se registraron nuevos seísmos, uno de 3,2 grados, en septiembre.
TVEFE -Madrid-
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