Inundaciones, deslizamientos de tierra y evacuaciones masivas se desencadenaron el lunes por lo que Filipinas tiene esperanza que sea la última tormenta tropical de la temporada, informaron los medios locales.

Al menos 11 provincias fueron maltratadas por la tormenta tropical Seniang - con vientos sostenidos de 40 millas por hora (65 kilómetros por hora) y ráfagas de hasta 50 mph (80 kph) -, cuando tocó tierra en la provincia oriental de Surigao del Sur, en la isla meridional de Mindanao.

Se registraron dos hombres muertos por las crecidas de los ríos.

A medida que la tormenta se movió hacia las ciudades de Butuan y Cabadbaran City cerca de 1.000 personas que viven en las aldeas costeras y riberas fueron trasladados a centros de evacuación, dijo ANC Noticias.

En Surigao del Sur, 11.000 personas fueron evacuadas a refugios temporales, que la agencia nacional de desastres describió como una medida preventiva para evitar víctimas como vientos y lluvias fuertes azotando la provincia.

"Debido a esta situación varios municipios ya se han inundado, y muchos pueblos no son transitables debido a la subida del nivel del agua", dijo a ANC el gobernador de Surigao del sur, Johnny Pimentel.

También se recomienda a los pescadores de la ciudad Hinatuan no navegar debido a posibles mareas de tormenta.

Pimentel agregó: "En este momento estamos experimentando fuertes vientos y lluvias torrenciales. En realidad, las fuertes lluvias comenzaron el sábado pasado y han estado en curso y consistentes durante los últimos tres días".

En la provincia central de Iloilo más de un centenar de pasajeros con destino a la ciudad de Bacolod quedaron varados en el puerto de la ciudad de Iloilo. Muchos pasajeros tuvieron que pasar la noche en la terminal.

Seniang trajo fuertes lluvias en Mindanao y algunas partes de las Visayas, donde también se han planteado las alertas de tormenta.
La agencia meteorológica de Filipinas dijo que Seniang podría ser el último ciclón en golpear Filipinas este año.

A principios de este mes, el tifón Hagupit afectó a más de 1 millón de filipinos, causando al menos 21 muertos. El año pasado el tifón Yolanda dejó más de 6.300 muertos con otros 1.000 que siguen desaparecidos. Un promedio de 15 tifones azotan Filipinas cada año.