Las imágenes más comunes de leones marinos muestran a estos animales abriendo sus fauces para producir grandes bostezos. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que estos animales no solo bostezan porque están cansados: Los bostezos de los leones marinos aumentan en frecuencia inmediatamente después de situaciones de conflicto social entre ellos, tanto en los agresores como en las víctimas, lo que significa que pueden atribuirse a situaciones de ansiedad y estrés.
Estas conclusiones, publicadas en la revista Scientific Reports, son parte del estudio realizado por los profesores Clara Llamazares y Federico Guillén, del Departamento de Etología y Bienestar Animal de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, junto con la especialista Elisabetta Palagi, profesora del Departamento de Etología de la universidad italiana de Pisa.
Según los autores del estudio, bostezar es un comportamiento que los humanos compartimos con la mayoría de los animales vertebrados. Detrás del bostezo hay posibles explicaciones fisiológicas, como la termorregulación o la somnolencia, pero también explicaciones sociales, que se han estudiado menos y que pueden ser una respuesta al mismo patrón para especies muy diferentes.
Como destaca la profesora Clara Llamazares, del CEU UCH, "para investigar estas causas sociales, es interesante observar bostezos en animales con cierta complejidad cognitiva que viven en grupos cohesivos, como primates o mamíferos marinos, que en este caso hemos estudiado por primera vez: el bostezo puede estar condicionado por factores muy similares para muchas de estas especies que comparten este comportamiento".
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