Hace dos años, yo era parte de algo muy especial. Estuve estudiando flamenco durante cinco años en la Fundación Centro Flamenco Filipinas y, como en cualquier escuela de baile, tuvimos un recital todos los años para mostrar nuestras habilidades y bailes recién adquiridos.

Pero 2015 fue diferente. Mi maestra, la directora artística de Centro, Emma Estrada, inspirada en ballets como El lago de los cisnes y cuentos de hadas como La bella durmiente y Blancanieves, tenía una historia en su cabeza acerca de amantes estrellados, una aldea maldecida por una bruja malvada y una acto de amor verdadero que podría romper esa maldición.

Decidió contar esta historia a través del baile y coreografió un ballet flamenco de 30 minutos interpretado por sus estudiantes avanzados a los que llamó "La Luna Roja".