Demostrar que es posible un escenario sostenible en las pesquerías de la UE. Ese es el principal objetivo del proyecto Life iSeas que lidera el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, centro que depende del CSIC. Pero la iniciativa, que cuenta con un presupuesto de 4 millones de euros y dirige Ricardo Pérez, tiene varias patas. Una de ellas es la que coordina Xosé Antón Vázquez y que persigue darle una salida no solo al pescado que ya no puede devolverse al mar por su baja talla, su escaso valor comercial o falta de cupo, sino también a los restos que terminan en el cubo de la basura: cabezas, ojos, esqueletos, pieles, vísceras...