El tifón Noul (Dodong en Filipinas) estaba a unos 480 kilómetros al noreste de la ciudad de Borongan en la provincia de Samar del Este el viernes temprano (hora local), con ráfagas de viento de hasta 185 kilómetros por hora.

Se espera que toque tierra como tormenta de categoría cuatro en el fin de semana.

Miles de pasajeros ya han sido abandonados en los puertos de mar a lo largo de las Filipinas central y oriental después que las autoridades prohibieron la navegación de barcos a causa de la fuerte marejada.

El tifón, el cuarto en golpear el país este año, se espera que traiga lluvias intensas cuando toque tierra en el noreste, dijo el servicio meteorológico.

A continuación, se espera que se debilite mientras se dirije hacia la isla japonesa de Okinawa el martes.

El tifón podría causar estragos cerca de volcán Bulusan

Funcionarios advirtieron que las fuertes lluvias del tifón podrían causar lahares o flujos de lodo y escombros alrededor del Monte Bulusan, un volcán que ha estado escupiendo cenizas esta semana.

"Podría haber flujo de lahares, deslizamientos de tierra, que podrían barrer casas en el área si hay fuertes lluvias... ese es el peligro", dijo en una conferencia en la agencia nacional de desastres, Esperanza Cayanan, jefa de la división en la oficina meteorológica.

Fritzie Michelena, un funcionario de desastres en Irosin en la provincia central de Sorsogon, donde se encuentra el volcán, dijo que el municipio se estaba preparando para evacuar a los residentes.

"Vamos a hacer evacuaciones preventivas, ya que podría ser difícil sacar a la gente si lo hacemos más adelante", dijo en una entrevista con la cadena de noticias ANC.

Las autoridades han señalado las escuelas y gimnasios como posibles refugios.

También se espera que el tifón Noul desencadene deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas, con funcionarios del gobierno alertando a las oficinas regionales a lo largo de trayectoria proyectada de la tormenta por texto, correo electrónico y llamadas telefónicas.

Un promedio de 20 tifones cruzan Filipinas anualmente.

El súper tifón Haiyan fue el más destructivo en los últimos años, dejando más de 8.000 muertos o heridos en 2013.

"Estamos orando a Dios de que el tifón se disipará. No queremos seguir yendo a los centros de evacuación", dijo a la red ANC en Tacloban City, al sur del volcán, Rosario Cajipe, que sobrevivió tifón Haiyan.