El geocientífico y Nacional Geographic Explorer, Andrés Ruzo, llegó recientemente a una sorprendente vista en Dallas, Texas. El río Trinity se había desbordado, y cuando las aguas retrocedieron descubrió que había un pez gar atrapado entre unas vallas. En las altas aguas de inundación el gar juvenil blanco (de dos a tres pies de largo), nadó hasta las vallas metálicas y los campos inundados. Otros muchos nunca volvieron de nuevo al río, tal vez porque no pudieron encontrar la forma en que llegaron o porque estaban demasiado llenos de alimentarse en los campos inundados. En cualquier caso, estos "fósiles vivientes", que se han mantenido prácticamente sin cambios durante unos cien millones de años, servirán como un recordatorio de que incluso grandes y modernas ciudades como Dallas tienen un antiguo lado salvaje.