En un informe anual publicado ayer por la Comisión Europea sobre las posibilidades de pesca para los próximos años sugiere que a pesar de una nueva prohibición de los descartes que está siendo aplicada por las autoridades pesqueras nacionales, los gobiernos están haciendo caso omiso de los requerimientos para detener el establecimiento de niveles máximos de captura políticamente determinados y en su lugar escuchar el consejo de científicos.